Enséñame a no añorar tus besos
a no sentir lo que siento
e ignorar mis pensamientos
acaso con el tiempo lo consiga
y el desaliento de mi se olvide
pero mientras mi corazón está herido
desencantado, desarmado, entristecido
se quedarán mis deseos
en el aire suspendidos
como partículas de una estrella
que en el cielo se ha desvanecido.
Enséñame a vivir en solitario
a mitigar este dolor tan intenso
que tu ausencia en mi cuerpo provoca
quedarán sueños en eso, simplemente en unos sueños
atrapados en un tiempo
sin salida, ni cordura.
Enséñame a que mis anhelos
se diluyan como gatas de lluvia
en tardes oscuras de tormenta
arrastrando con ellas mis pensamientos, mis recuerdos
el viento huracanado
atraviesa sin piedad mi mente
recordándome escenas de amor compartidas, vividas
confieso que mi piel añora
lo que sentía, cuando la tuya rozaba
instantes que lucen en mi mente
como llamas de un volcán en activo
Enséñame a tener cordura
en mis momentos de locura
esa que invaden el espacio
que quedó vacío con tu partida
el desaliento tortura mi cerebro
obligándome a derrochar mi energía
para evitar mi locura
cerraré mis ojos para no ver
tu indiferencia, tu desdén
desarmaré mi corazón
para poderle volver a recomponer
Enséñame a no añorarte
a no ver tu imagen en el silencio
a no escuchar tu risa cerquita a mi oído
y tus labios besándome con delirio
mis inquietudes se desvanecen
al mismo tiempo que tu presencia
se esfuma, desaparece.
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