sábado, 27 de febrero de 2016

EN ESTA TARDE FRIA



En esta tarde fría, gris y lluviosa
de este invierno que va pasando de puntillas,
hoy se detiene y en silencio llora
esperando que el reloj con su tic tac
marque el paso que le lleve a su destino.
Mi mirada ausente va observando las gotas
que van acariciando lentamente el cristal,
de esta ventana cerrada, que separa mi cuerpo
del vendaval que va agrietando la piel de mi mente.
Atrapada en este silencio mi mente va vagando
entre los sueños que invaden mis ausencias,
me sumerjo entre las lineas de mis pensamientos,
me pierdo entre los recodos y las curvas
y la espuma blanca que dejan mis tempestades.
La tarde va cambiando el gris por el blanco
y mi mirada ve como las gotas de agua
se trasforman en suaves y blandos copos de nieve,
que tímidamente se van abrazando en mi ventana cerrada,
mis ojos sonríen recordando mi lejana infancia
donde mis pies descalzos pisaban la nieve blanca
y ese aroma a tierra mojada que dejaba la lluvia
en esas tardes de largos e intensos inviernos.
Cierro los ojos y vuelven a mi nuevamente
los juegos, las risas, los recuerdos que estaban ocultos
entre las tinieblas del tiempo, guardados en mis entrañas.
En silencio contesté a la llamada del amigo
que impaciente a la puerta de mi casa me esperaba
y entre bola y bola de nieve la nariz roja me dejaba,
con las manos y todos sus dedos rojos como tomates maduros
en la casa entraba, para calentarlos con el fuego de las brasas,
por un instante he sentido ese dolor tan intenso
que se siente cuando la sangre con rebeldía protesta,
la luz mortecina de las farolas encendidas en la calle
me devuelven a mi realidad, a mi presente.
Los tejados lucen un fino y bello vestido blanco,
mi mirada con su blancura hechizada
y mi corazón latiendo con el tic tac de mis anhelos
lentamente abro mi ventana, que hasta ahora ha estado cerrada,
para sentir en mi piel el aroma y la suavidad
del alma de esos finos y suaves copos de nieve blanca.


INVIERNO



Invierno que vas pasando
y lágrimas blancas vas dejando
cubriendo la tierra blanda
luciendo escarcha de plata.

El viento, cantar divino
errante busca su musa
para entonarle al oído
su plegaria divina.

Duerme en glorioso lecho
el sol que perezoso se asoma
regalando rayos de oro
a cumbres cubiertas de blanca nieve.

Saborear esas finas gotas
que atraviesan la luz y la niebla
y van rozando los sueños
de estos cortos días de invierno.

Que van dejando su esencia
en un manto callado
yaciendo entre brotes
que con pasión esperan crecer en ella.

La luna, cual bella dama, 
viste el firmamento de gala,
extendiendo su manto
bordado con hilo de oro y plata.

No temas corazón, vive sin miedo
de nuevo lucirá el sol 
y devolverá el latido
a la tierra que ahora duerme.

De ella, brotará de nuevo
el fruto, que calmará el hambre
de tantas bocas inocentes,
de tantos corazones que lloran.  

Los campos en paz descansan,
trigales en su seno crecen,
que van acariciando la tierra
y la tiñen de intenso verde.

viernes, 19 de febrero de 2016

DESEARÍA ENCONTRAR



Desearía encontrar el poder de la fuerza
que arrastre sin temor falsas promesas,
negar que el corazón al verte se altera
que hasta tu indiferencia a mi me da fuerzas.
Si mis temores por no encontrar mi sitio
arrastran falsos indicios de falsa indiferencia
no te culpo corazón por ser tan duro.
Lamento no tener fortuna, ni estrella, ni guía
ni magia que con tus ojos en los míos tú la vieras
y sintieras en tu mirada el brillo de la belleza
que mis pupilas a las tuyas ocultan,
sentir que nada impide que tu piel y la mía
se rocen y tiemblen en sagrada armonía,
¿por qué el corazón ama tanto a quien
a él, ni siquiera percibe?
mas es así, cruel realidad que me persigue,
dibujaré en el aire serenas estaciones
que irán pasando, atravesando el tiempo.
Se siente un silencio hondo y callado
que será verdugo del ansia que siento,
guardaré tu imagen entre los cristales
que fueron haciendo cicatrices en mi piel,
amanecerá y los latidos del corazón
serán eterna poesía hecha de palabras y olvido


domingo, 14 de febrero de 2016

"DIME NOCHE CALLADA"



Dime noche callada
donde fueron las estrellas,
donde quedó la luna
en esta noche negra y oscura.

Gime y con tristeza llora
quiere ocultar su pena,
pero tan siquiera la dejan
soltar sus lágrimas secas.

Sin reflejos ni sombras
ni luna de plata,
quedó la noche desnuda
y con dolor en el alma.

La noche grita y se queja
de tanta soledad impuesta,
de tanta mentira y tristeza
que andan sueltas sin conciencia.

Hacia donde va el tiempo pasado
sin memoria y lealtad,
sin tesoros en los bolsos
sin palabras ni bondad.

Solo desaires que hieren
solo hielo en las entrañas,
caminando sin mañana
sin vigía y en soledad.

Quedó la esperanza esclava
de lo eterno que ahora duerme
de lo infinito sin rostro
sin sangre ni piel ni estela.

El verdugo, estatua del tiempo,
jugará con la súplica
que reza el viento,
marchitando el deseo con su aliento.

Solo los fantasmas, como cuervos
de plumaje negro, se atreven
a desafiar al tiempo y a la negra
espesura que cubre el firmamento.