Esperando que la pluma
se deslice entre mis dedos
se deslice entre mis dedos
y en mi mente resuenen las palabras
que puedan componer algunos versos.
Unos ojos soñadores y despiertos
esperan con paciencia ver escritos
los versos que ordenados en las lineas
humildemente parezcan un poema.
La ternura que perciben es eterna
como eterna es el alma del poeta
que perdura por los días y los siglos
transmitiendo en sus escritos la belleza.
Sembrando los caminos de misterio
buscando por las calles el silencio
dejando libre el pensamiento
escuchando el latido en el viento.
En la plaza juegan unos niños
y la risa cantarina acompaña
la canción que entonan dulcemente
esperando que el reloj marque las cinco.
Unos pasos resuenan en la noche
es un hombre vagando algo perdido
no encuentra el camino de regreso
la niebla entorpece su destino.
La brisa deja aire frío que hiela
las hojas caídas en el parque,
formando una alfombra toda blanca
que gime cuando siente las pisadas.
Hay escarchas que se pegan en el alma
alzando a los cielos su plegaria
esperando que renazca el nuevo día
y se escuche el cantar de los jilgueros.
Es tarde y los dedos ya se cansan
a la pluma se le acaba ya la tinta
se pierden las comas, los puntos y la rima
y mis palabras no formaron el poema.
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