En una habitación fría, vacía,
entre estanterías llenas de polvo
estoy encarcelado, olvidado,
sintiéndome abandonado, malherido
¿porqué me castigáis así
a un abandono absoluto?
añoro el roce de una mano
que con mimo y cariño
antes me acariciaban, me deseaban,
roces de dedos ansiosos
que separaban mis hojas con deseo,
ávidos de adentrarse en mis escritos
adueñándose de mis secretos,
amores que se han unido
leyendo un bello poema de amor,
sonrisas arrancadas leyendo una
historia de intriga, de aventura,
letras que tenían duende
llenando tardes de lluvia,
enredos de amor e intriga
pasando horas enteras
en mi dulce compañía,
letras que forman poemas
que han inspirado a poetas,
mis letras son lágrimas
relegadas al olvido
¿dónde están esos ojos
que leían con esmero
lo que en mis páginas
estaba escrito?
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