Érase una vez,
hace algunos años una niña que vivía en un pueblo, en el seno
de una gran familia.
Tenía muchos
hermanos, unos mayores y dos mas pequeños, en aquellos años las
vecinas salían a la calle, charlaban, cosían y juntas
escuchaban la radio, mientras que nosotros los niños jugábamos.
En
mi barrio había muchos niños, cuando yo nací, nacieron tres niños mas, uno rubio y los otros dos morenos. Fuimos creciendo y jugando juntos,
empezamos a ir a la escuela de párvulos a la vez.
La
escuela estaba cerca de la plaza, en los recreos jugábamos todos juntos. Cuando íbamos cumpliendo años pasábamos a la escuela de mayores, allí los niños teníamos clases separadas. Las niñas jugábamos a la comba, la goma etc.... los chicos al fútbol.
Por la tarde al regresar a casa lo primero era merendar y después salíamos a la calle, y allí estaba mi amigo y me preguntaba ¿jugamos? así pasábamos las tardes, jugando a la palmeta,al escondite etc ....hasta que nuestras madres nos llamaban ¡ niños a cenar !
Mi amigo Meli ( el rubio ) vivía a la vuelta de mi casa, para hacerle rabiar yo le cantaba esta canción.
la noche les daba turrón, que
vívan los gatos de don Melitón "
vívan los gatos de don Melitón "
Él se enfadaba, yo corriendo me metía en casa, pero le duraba poco el enfado y enseguida me llamaba y me decía ¡jugamos!
Que aventuras pasamos, que recuerdos. En las matanzas, nos tenían toda la tarde trayendo agua, con aquella burra tan bonita que teníamos en casa.
¡ cuántos cántaros rompimos ! cuando la señora Germana nos dijo " ir a por un cesto para echar los sesos " aún hoy recuerdo las risas que se dieron los mayores a cuenta nuestra ( la buena de Germana, otro día os hablaré de ella)
Aquellas tardes de domingo, cuando toda la panda de amigos nos íbamos a la carretera para saltar del puente a ver quien saltaba mas, a meternos descalzos en el río, o cuando andando nos íbamos al pueblo de al lado para comprar chucherías en el comercio de la señora Anuncia
¡qué cacahuetes tan ricos vendía!
Celebramos juntos la primera comunión y juntos vimos por primera vez el mar en aquella excursión a la Costa Brava ¡ Cuanta agua! aquello no tenia fin, nos quedábamos embelesados mirándolo hasta que nos decían:
¡ Chicos que nos vamos !
Los dos tuvimos tiempos muy tristes, perdimos a nuestra madre siendo muy niños, tu mas niño aún que yo, gracias que los dos teníamos a la hermana mayor que nos cuidaban y nos daban mucho cariño.
Fueron pasando los años nos hacíamos mayores, tu te hiciste todo un legionario, nos veíamos menos, pero en los momentos mas importantes de nuestras vidas allí estábamos para acompañarnos.
Recuerdo cuando nos encontramos y emocionado me dijiste ¡sabes que voy a ser padre! yo respondí ¡ yo madre! los dos nos echamos a reír, nuestros hijos nacieron con unos días de diferencia, pasados unos años tuviste una niña, yo otro niño, ya teníamos tema de conversación cuando nos veíamos.
Unos años mas tarde, en una Nochebuena sonó el teléfono, era tu hermana y me dijo, veniros que estamos todos y pasamos un rato juntos ¡qué noche! entre chistes y risas nos hablaste de tu enfermedad.
Pocos meses mas tarde, con mucha tristeza volví a acompañarte en tu último paseo, en mi mente se amontonaban los recuerdos - ¡ te fuiste tan joven !.
Ha pasado unos años, nuestros hijos son excelentes chicos ( estoy segura que tu lo sabes )
Como se también que algún día en otra parte al doblar alguna esquina, tu estarás allí y me dirás ¡jugamos!
Está muy bien, pero para la próxima entrada quiero ver los margenes correctos.
ResponderEliminarUn beso
LAS PERSONAS VIVEN MUCHO MAS EN NUESTROS RECUERDOS UN ABRAZO , RA
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