Quiero pensar que las nubes
caminan en pos de los sueños
aquellos que partieron sin miedo
a tierras lejanas si nombre.
Porque se que la vida asusta y da miedo
cuando pierde el sentido y el norte
sacudiendo pilares endebles
que tiemblan y caen de golpe.
Mas es preciso vivirla y sentirla
igual que la sangre se siente en las venas
sacudiendo la mente que duerme
en recodos que esconden tormentos.
Porque es fácil pasear y no ser visto,
por las calles doblando sus esquinas,
rozando figuras alargadas
sin apenas sentir su presencia.
Porque se perdió la luz
que alumbraba sin cesar mis horas
y quedó la oscuridad siempre permanente
para recordarme ese vacío latente.
Que se metió en mis entrañas
como una fiera feroz, como una alimaña
rugiendo, destrozándome por dentro
sintiendo que mi debilidad la hace más fuerte.
Espero impaciente acompañada de silencio
que lo que el tiempo esconde
salga a mi encuentro y me libere
de este azote cruel que me devora.
Deseo el regreso de esa luz perdida,
que el olvido adormezca el pasado
y esas figuras alargadas miren mis ojos,
vean mis pisadas y escuchen el eco de mi llanto.
Se acaba el tiempo, el tiempo de los desengaños
me voy a perseguir a las nubes
partiremos sin demora y sin miedo
para poner nombre a la tierra de los sueños.
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