Hoy busco mi sitio
aquel que perdí un día
cuando la noche derramó
toda su oscuridad sobre mi.
Me perdí por el laberinto
de callejuelas oscuras
sin mas salida que la locura
sin mas esperanzas que el olvido.
Navegando sin acierto ni rumbo
perdida la melodía de la vida
caminé por entre mis ruinas
olvidando que sangraba mi herida.
Perdí el norte, y el sur de mí
se fue alejando a toda prisa,
sin fuerzas para aferrarme
fui un muñeco a la deriva.
Con su plumaje negro
cubrieron mi cuerpo los cuervos
oscureciendo mi sangre
haciéndola más densa, más negra.
Desnuda mi voluntad
mi cuerpo se hacía despojos,
la piel se ennegrecía
y lentamente moría.
Viviendo la vida deprisa
falta de palabras y cariño
con un mutismo que helaba
unas entrañas bacías.
Como hilos de marioneta
moviendo sin piedad
un cuerpo yaciendo
entre deseos prohibidos y oscuros.
Me encuentro al filo del abismo
intentando recomponer este puzzle
formado por mis fracasos y mi locura
luchando hoy por encontrar mi sitio.
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