Lentamente la vida va pasando
los días con sus horas transcurriendo
formando los recuerdos que acompañan
el camino que te lleva hacia lo eterno.
La vida la compone esos instantes
que entregas con tu amor y con tu lucha
batiendo temporales y tormentas
dejándote parte de ti en el intento.
Porque son parte del pasado y del presente
testigos de las letras que en silencio
se escriben en el cuaderno de la vida
y que van empapándose con su tinta.
Son palabras compuestas de recuerdos
escritas en reglones en blanco y algo torcidos
de días que quedaron en el tiempo
dejando en el cuerpo cicatrices y algún verso.
Con cuanta lentitud pasan algunas horas
clavándose en la piel de los zarzales sus espinas
temblado de dolor el cuerpo queda
sintiendo en las venas el caudal de tanta pena.
Suplica al corazón que no se rinda
que sienta el pulso de la vida
fundiendo las alegrías y también las penas
formando un ramillete de templanza y fortaleza.
Labra tu paisaje con empuje y templanza
espolvorea los surcos con semillas de dignidad
renovando con cada amanecer la esperanza
y que a tu mirada se asome alegría y humildad.
La vida es fugaz como una estrella
y como a un diamante hay que pulirla
limpiando sus caras y sus aristas
para que luzca como la mas bella de las perlas.
Lentamente la vida va pasando
y el milagro de la vida abre sus alas
abriéndose camino por la densa espesura
que envuelve el misterio de tu vida.
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