Unos ojos lloran sin lágrimas,
perdida la mirada, algo confusa,
quizás el pensamiento esté ausente
pero el corazón está presente
rebuscando en ese baúl lleno de recuerdos,
forrado por aromas de olvido,
guardando en su interior anhelos ocultos
suspiros y sueños, amor ya perdido,
manos ansiosas buscan las huellas
que un día llenaban una vida serena,
un cielo brillante cargadito de estrellas
y la luna testigo de caricias y entregas,
amor que encendía de luz un camino
sembrado de rosas y néctar divino
perfumado de esencias, embrujando sentidos,
haciendo vibrar dos cuerpos vencidos
embriagados por una pasión compartida,
plasmando sus huellas en un lienzo vacío
que fueron pintándolo de bellos colores,
fragancias, perfumes, sabor a unos besos
y hoy en silencio recuerda esos días
el banco del parque en el cual le esperaba
el temblor de unas manos rozando una piel
que suspiraba al sentir la caricias que allí se entregaban,
la mirada serena y a la vez atrevida
de unos ojos melosos impregnados de amor
de dos jóvenes siluetas temblando
perdidas en la espesura de la pasión.
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