jueves, 18 de mayo de 2017

"UNA MAÑANA DEL MES DE MAYO"




Hoy hace veintisiete años la vida me hizo el regalo más valioso, volver a sentir el sentimiento más profundo y hermoso que un corazón pueda sentir.
Una mañana del mes de mayo por fin te vi y en mis brazos te tuve por primera vez, tu corazón latía y el mío se desbocó, con mis manos te acaricié y por primera vez tu piel besé.
 Te miré, me miraste y en ese mismo instante confirmé lo ya sabia que siempre formaríamos parte el uno de la vida del otro.
Hoy, quiero darte las gracias por aceptarme como soy, por perdonarme todos mis errores y mis equivocaciones, por esas veces que sin yo quererlo no he estado a la altura que tú necesitabas y sin embargo y a pesar de todo cada vez que te miro veo amor en esos hermosos ojos color canela que tú tienes.
Ya sé que no te gusta que ponga fotos tuyas, ni que hable de tu vida, ya lo sé y lo respeto.
No hace falta escribir tu nombre porque tú sabes quien eres y también quien soy yo, se también lo que me dirías, que no hace falta escribir en ninguna red social nuestros sentimientos, que lo importarte es sentirlos y vivirlos, que lo que tengamos que decirnos si puede ser mejor en persona y mirándonos a los ojos, en eso estamos de acuerdo, (no diré lo mucho que te quiero, cuanto te hecho de menos, que mi vida y mis horas se llenan de alegría cuando tú andas por la casa, que extraño hasta cuando te enfadas) no, no lo diré, ya te lo digo cada vez que estamos juntos.
Pero por una vez permíteme escribirte estas palabras y quien quiera leerlas que las lean.
Hoy te diría tantas cosas que esto se alargaría demasiado, solo te diré, se fuerte y valiente para poder sortear las piedra que vayas encontrando en tu camino, se leal y honesto contigo mismo y con los demás, valórate y disfruta de cada uno de tus aciertos, aprende de tus errores y ser feliz cada segundo con lo que la vida y tu esfuerzo te vaya ofreciendo.
Y por último, quiero que sepas que para mí es un orgullo ser tu madre.



jueves, 27 de abril de 2017

ESENCIAS



Distraída observaba el largo horizonte que ante sus ojos se abría, la luz de la tarde iba dejando palabras escritas con colores de sonrisas, y encontró la melodía perfecta aquella que fue llenando su corazón de sueños y caricias y sintió que su piel se estremecía al revivir en su mente el instante aquel que tu esencia llenó su vida, y su cuerpo tembló como una débil figura hecha de barro y arcilla, y susurró rompiendo el eco que iba dejando el viento y la tarde se inclinó para dar paso a la noche.
Ella, desbordada de sensaciones estaba allí, sintiendo su agitada respiración esperando que la luna iluminara la parte más oscura de su ser, esa parte que la hacia ser otra persona siendo la misma y que a veces se introduce en sus sueños más íntimos desatando una vertiginosa locura entre sus pensamientos revestidos de besos. Extasiada percibe los anhelos escondidos entre las sombras de la noche y el silencio la envuelve y en su rostro va dibujando secretos.
Camina despacio desnudando su interior, marcando en su piel los latidos que su pecho sentía, mientras, las rosas blancas perfuman la noche, ella creyó que las estrellas la regalaban su brillo y sintió que una lágrima rozaba el hilo fino de sus pestañas y se volvió hacia el tiempo que se detiene por primera vez en lo más hondo de su memoria y ella se abandonó en los brazos del recuerdo y sintió la caricia de tus dedos y sin dejar de mirar esa luna que ilumina la noche, grabó cada caricia que dejó tu aliento en la suave piel de sus labios, porque estás dentro de ella, de sus deseos, de sus sueños pero es tu ausencia la que roza su cuerpo, pero ella se rebela ante lo nunca olvidado, ante los sueños que en noches de luna llena la llenaban de fantasías.

"ERA DE NOCHE EN SU CORAZÓN"


Era de noche en su corazón a pesar de que acababa de salir el sol, sentía como un escalofrío recorriendo todo su interior, no sabía como afrontar el día ¿acaso no tendría las fuerzas suficientes? se preguntaba.
En silencio escuchaba los ruidos que entraban desde fuera, ruidos que esa mañana la parecían más inseguros, más inciertos; quizá fuera su estado interior lo que la hacia percibirlos de esa manera.
Parada frente al espejo apenas reconocía la imagen que el cristal la devolvía, sus ojos de un azul claro hoy la parecían más oscuros como presagiando la tormenta que estaba por venir, el pelo (tendría que hacer algo con su pelo) enredado, despeinado, sin brillo. Con lentitud tocó su cara con la punta de sus dedos y notó las hendiduras que el paso del tiempo había dejado en su piel. Con paso lento recorrió la distancia hasta la cocina, se haría un café, pues sentía que estaba vacía, mientas esperaba que el café estuviera listo se distrajo observando todo lo que la rodeaba, la cocina al igual que ella pedía a gritos que la recompusieran. Se tomó su café ensimismada en el entramado de sus pensamientos, estaba en medio de una batalla que sin duda pensaba que la tenía perdida.
Debía buscar alguna salida, renacer de sus propias miedos y de sus propias limitaciones, sería como nacer de nuevo dejando atrás días oscuros en los cuales su piel se fue llenando de cicatrices.
Sería un camino largo y difícil en el cual tendría que superar desde lo más intimo de su ser esa inseguridad que la había invadido todos y cada uno de sus órganos, y se había instalado especialmente entre las paredes de ése que unas veces latía muy despacio y otras la obligaba a pararse asustada del galope que cogía sin pedirla permiso, ese órgano llamado corazón que la mayoría de las veces sus latidos llevaban la contraria a su cerebro.
Se levantó y con la taza en su mano se dirigió a la ventana, apartó lentamente el visillo que la cubría y no la dejaba ver el exterior, de nuevo la vida se mostraba ante sus ojos aunque ella seguía viéndola vacía, tendría que empezar a dominar todo aquello que la rodeaba y transformarlo en algo valioso que la permitiera ordenar y desacerse a la vez de todas sus ataduras.
Intentaba animarse diciéndose que una derrota no es derrota hasta que finalmente lo es y eso solamente dependía de ella misma, sentía que todavía no había escrito la última página de su vida.

sábado, 22 de abril de 2017

"ERA UNA TARDE"



Era una tarde como otra cualquiera, pero la soledad se iba adueñando de cada porción de su piel, la luz entraba por la ventana pero ella solo percibía oscuridad y desgana.
La ansiedad iba apoderándose de su voluntad y parecía que sus músculos no sabían interpretar las órdenes que su cansado cerebro persistía en mandarles. Quisiera gritar, echar afuera lo que lleva escondiendo hace tiempo en lo más profundo de su interior, un deseo recorre su cuerpo, como un rayo que atraviesa las nubes y estalla contra el muro, ese muro espeso y gris que la impide avanzar.
Por un instante cierra sus ojos y entonces miles de sensaciones invaden sus sentidos y estallan deseando escapar por cada uno de los poros de su agitada y envejecida piel.
Siente que va perdiendo la batalla de este viaje en el cual los sueños quedaron atrapados en un puerto lejano y solitario, pero que no dejan de perseguirla, de pegarse a ella como mil suspiros añorando viejas caricias.
Como quisiera sentir en su interior el calor de esos rayos de sol que atraviesan el cristal de su ventana, pero siente frío, está cansada de deambular entre sus pensamientos, agotada de sentirse invisible en estancias vacías, cansada de luchar conta la soledad que invadió su corazón dejándolo vacío, encarcelado entre sombras, deseosa de encontrar un nuevo camino siente y desea que debe aprender a vivir en el olvido.

martes, 1 de noviembre de 2016

"A VECES"



A veces hace falta que llueva, 
para limpiar esa tristeza
que el viento va arrastrando.
Llueve, y tu ausencia duele,
te pienso y añoro tu presencia,
las horas lentas van pasando
y mi dolor con ellas va aumentando,
a mi ventana lentamente se asoman
gotas de lluvia con sabor a lágrimas.
Si a mi puerta un día tú llamaras
mi vida se volvería hermosa,
se vestiría de rosa este corazón mío
y mi sangre en mis venas latería.
Llueve, y las sombras de la tarde 
van rozando con sus alas mi alma,
¿que haré si mis ojos no vuelven
a ver la luna en tu mirada?
siento como se estremece mi pecho
sintiendo la marcha de tus pisadas,
oscurece, y negros nubarrones
atraviesan mi pensamiento,
me hieren y un manto negro
va cubriendo mi mente.
Llueve, y el silencio que todo lo envuelve,
a mi cuerpo herido va desnudando
y mi corazón quisiera poder vestirle
con las tiernas caricias de tus manos.
Llueve, a veces hace falta que llueva,
para que la lluvia limpie mi tristeza.



lunes, 23 de mayo de 2016

"EL VIENTO"



El viento galopa, como un hermoso caballo
buscando sin cesar su jinete:
Escucha como corre, como atraviesa las sombras,
como me llama, como me busca,
quiere que cabalgue con él, que sea su jinete,
para que juntos atravesemos el tiempo,
ese tiempo que va marchitando la rosa
que con la niebla húmeda y espesa
va golpeando las horas, que como pluma de ave 
una a una van cayendo dejando al día desnudo,
esperando que la luna vista la oscuridad
que en silencio se apodera de la tierra.

 El viento alza su voz y entona su canto
atravesando el corazón que en soledad solloza
y entre sus redes le atrapa, le hace su prisionero
y el viento como caballo galopa y galopa
atravesando el cielo y también el pueblo
y el jardín lleno de rosas y hojas rotas. 

Entre perfume de rosas y violetas
mi voz se hizo coro de tu canto,
te abracé y sin conocerte respondí a tu llamada
fui tu jinete y atravesamos las sombras 
y nuestro hicimos el tiempo conquistado al alba.